Los invitados a tomá potaje son...


Avío: utensilios usados para hacer una actividad como, por ejemplo, "lo avío der fontanero". En mi pueblo, to lo que se le echa al potaje: sus verduritas, su tocinito, su chorizo, su morcilla... Son "lo avío der potaje". Que los garbanzos sin avío como que no saben a ná, ¿verdá?
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15 de noviembre de 2010

Controlando la cocción del potaje: Del Casio al Garmin Connect

Para hacer un buen potaje hacen falta buenos ingredientes, eso es indiscutible. Buenos y tiernos garbanzos, carne y choricito de calidad, verduras de las buenas. Pero claro, ¿qué sería de nuestros potajes si no controlásemos el tiempo de cocción? Anda que no están buenos ni ná los potajes cocinados con tranquilidad y cariño.

Ya hemos visto en otros artículos de este blog cuáles son los ingredientes de un buen entrenamiento: número justo de kms semanales, desarrollo de la fuerza y la potencia, rodajes largos en progresión, cuatro días de entrenamiento semanal... En fin, lo que ya habéis leído. Pero como la coccíon del potaje tiene su ritmo, un buen entrenamiento también debe estar controlado, tanto en el tiempo que entrenamos como en la intensidad de la sesión que estemos haciendo. Al fin y al cabo, lo que pretendemos siempre (al menos yo) es mejorar, correr cada vez un poquito más rápido, comerle segundos al reloj. Que nuestro potaje atlético esté para chuparse los dedos.

Controlar el tiempo es algo que hacemos todos los que corremos. (Bueno, casi todos. Son rara avis los corren sin nada en la muñeca: les gusta correr a su aire, por sensaciones, sin necesidad dicen de saber a qué ritmo van. A esos les digo que no se llamen a engaño: están realizando una actividad física, sí, pero no están entrenando, no controlan los tiempos de cocción. Y sin control no hay manera de conseguir un plato suculento. (Remito a un artículo anterior sobre la diferencia entre ambos conceptos.)

En mis principios como corredor no llevábamos reloj. Ya nos gustaría haberlo tenido. Simplemente no había dinero para comprarse uno. Al menos en mi caso, imposible hacer ese dispendio. Bastante tenía mi madre con darnos de comer cada día.
Pero pronto la cosa mejoró y pude acceder a comprarme un reloj con cronómetro. Voilà...Les presento el Casio F-91W, una maravilla de la técnica en su día (por cierto, todavía en venta)...



Aquello fue una revolución porque ya sabíamos cuánto tiempo empleábamos en cada km. Eso sí, los kms medidos de la carretera. Pero bueno, era un avance importante.

El siguiente paso fueron los relojes que además de cronómetro tenían pulsómetro. Muchos años estuve corriendo con pulsómetro. Recuerdo aquellos modelos de Polar o los Sigma, que tan buen rendimiento me dieron. El pulso es un dato muy importante para conocer el grado de esfuerzo al que estamos sometiendo a nuestro cuerpo. En los latidos del corazón repercute todo lo que hacemos: si hemos dormido bien esa noche, si hemos comido conveniente, si nos hemos tomado algunas cervecitas de más. En resumen, cuál es nuestra forma física.

Con los pulsómetros, el potaje atlético estaba casi en su punto. Pero faltaba un dato imprescindible. Algún aparato que midiese la distancia recorrida, que diera datos tan importantes como el ritmo instantáneo de carrera, el ritmo medio, la distancia recorrida fuera cual fuera el lugar por donde se corriese...

Hasta hace poco esto era ciencia ficción para los corredores populares. Hoy ya es normal (y barato) equiparse con un GPS de muñeca (Garmin forerunner, Polar, Suunto...). Estos aparatejos consiguen algo mágico: calcular la distancia que recorremos, hallar el ritmo medio... Es el aparato definitivo que todo corredor debe llevar en su muñeca. a

Con los GPS, el entrenamiento del corredor popular es ya realmente científico. Para mí, se ha convertido en un instrumento indispensable para diseñar entrenamientos. Porque, ¿cómo si no podríamos diseñar una sesión de velocidad, por ejemplo, en la que tuviéramos pensado hacer 10 repeticiones de 1000 metros entre 4´20 y 3´50? Imposible. El GPS siempre estará ahí para anunciarte lo que tienes que hacer: si debes acelerar para meterme dentro de los márgenes, si vas muy rápido... Parece ciencia ficción pero hoy ya es real.

Los GPS se revelan como la herramienta definitiva para mejorar como corredores. Los precios se han abaratado tremendamente en los últimos años. De los 400 euros que podia valer el modelo de Garmin Forerunner 205 a los 100 euros y poco que vale ahora. Vale la pena hacer ese desembolso. Las satisfacciones que ofrece compensan con creces el gasto. Así es que el que no lo tenga, que vaya ahorrando para comprárselo pa Navidá.

Cuando conectas un GPS a un ordenador, las posibilidades se multiplican. Puedes ver resúmenes de todos las variables que se te ocurran (distancia recorrida, repeticiones, altura salvada en el entrenamiento y muchos más). Una herramienta online realmente interesante es Garmin Connect. Ésta es la página:

Pincha aquí para ir a Garmin Connect

Una vez que hagas el registro accederás a la página principal de Garmin Connect
Arriba a la derecha, en azul, puedes cargar los entrenamientos que tienes registrado en el Garmin. Conecta el reloj al ordenador y dale a Cargar.

Arriba, al lado del logotipo de Garmin Connect, a la derecha, está por un lado My Connect (donde encontrarás todos tus entrenamientos) y por otro Explorar, donde puedes acceder a los entrenamientos de cualquiera que haya hecho una descarga.

Otra opción es la de mandar por correo a alguien un entrenamiento determinado. Para ello, copia la dirección de ese entrenamiento (debe ser algo así como http://connect.garmin.com/activity/56392237, pero con otro número de actividad, claro) y después pégalo en tu correo. Tu amigo o amiga podrá acceder a tu entrenamiento.

¡Aún hay más sorpresas! Puedes compartir tu entrenamiento a través de Facebook, por ejemplo. Pincha en compartir, debajo del mapa, y verás lo que sale. También puedes ver en Google Earth tu entrenamiento. Y aún hay más...Ve pinchando las distintas opciones y sorpréndete.

¿Qué más se puede pedir? Hoy día por poco más de 100 euros puedes controlar tu entrenamiento, divertirte y compartir tus sesiones con los demás. Es lo que nos faltaba para que nuestro potaje estuviera en su punto. Que te aproveche.